sábado, 29 de diciembre de 2012

Mensaje de Mons. Oscar Sarlinga para la Navidad


 
Fuente: escobarnews.com

El Obispo Monseñor Oscar Sarlinga celebró la misa de Nochebuena en la iglesia cocatedral de la Natividad del Señor, con oportunidad a la vez de las Fiestas Patronales de esta parroquia escobarense.
En su mensaje navideño, el Obispo de la Diocesis de Zárate Campana indicó que “he pensado mucho en la maternidad divina de María, por ser Ella la Esposa del Espíritu Santo, y como, a partir de su Hijo Jesucristo, sigue engendrando y dando a luz a las almas predestinadas, en el sentido paulino, para que vivamos como creaturas nuevas, creaturas sanadas por la gracia, creaturas de un pueblo mesiánico que es la Iglesia, cada uno de nosotros con una vocación y elección, dentro de la gran vocación natalicia a la santidad”.
Y añadió que “Todos somos pecadores, y por consiguiente sujetos a la muerte, y necesitados de la misericordia infinita de Dios; la “Navidad interior”, esto es, el misterio vivido en el corazón, nos ayudará a verlo como “misterio interior, renovador, misterio que nos hace profundizar en el verdadero “discurso de Jesús”, que es la humildad, la de Dios omnipotente que se hace hombre, frágil, hermoso, que nos sonríe desde el Pesebre. Desde esta perspectiva, una Navidad vivida en el misterio de Dios, es “medicinal”, o, como verbalizaba San Agustín, “la primera medicina de la cual tenemos necesidad”.
Seguidamente dijo que “Pienso que sólo desde aquí puede renacer en nosotros una vida buena; sólo desde aquí puede renacer la gracia del perdón, la de perdonar y ser perdonados. Me invito y los invito, en Navidad, el Nacimiento, el acontecer del Niño, a escuchar la amorosa (y lapidaria) frase evangélica: «Si no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los cielos» (Mt 18, 2). Misterio y desafío. Hay mucho afán del poder por el poder mismo; tanta prevaricación de los corazones, tanta inmunda calculación, traición, tanta ingratitud, tanto egoísmo… pero sobre todo, y esto es lo importante, tanta esperanza, tanta luz, tanta bondad”.
Asegurando que “Esa luz nos iluminará para ver, con los ojos de la fe (tanto más en el Año de la Fe) que Belén, la que fuera la aldea perdida en el recuerdo en Tierra Santa, ha sido la esperanza por excelencia de un mundo renacido, y sigue siéndolo también para nosotros, hoy, aquí, en las circunstancias concretas de nuestra vida, en la cual Belén deviene nuevamente la Bethlehem, la Casa del Pan, promesa y garantía de la paz y de la justicia del Reino en nuestra vida, de la Mano amorosa de Jesús, el Niño, el Hombre-Dios, el dador del Espíritu que nos consuela en todas nuestras luchas”.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Peregrinación de piedad ecuménica a Luján.

El lunes 17 de diciembre se realizó, como ha venido haciéndose a lo largo de estos últimos años, la IV peregrinación de piedad ecuménica, en horas de la tarde, en la Basílica Nuestra Señora de Luján. Dicha peregrinación, que crece de año en año, está a cargo de la Comisión Diocesana de Ecumenismo y diálogo interreligioso, cuyo moderador es el Pbro. Dr. Nestor Villa, y de dicho evento participan anualmente los diversos centros de piedad ecuménica de la diócesis, que funcionan mayoritariamente en parroquias y decanatos. La asociación privada de fieles “Amigos de Santa Brígida de Suecia” acoge la iniciativa y asume también el espíritu y acción de los centros de piedad ecuménica. En el comienzo del acto, se le hizo entrega de un presente al rector y párroco de la Basílica, Pbro. José Blanchoud. En ese día se conmemoró el 20° aniversario de la visita a Argentina del Dalai Lama (Premio Nobel de la Paz y Jefe Espiritual del Budismo Tibetano), quien, con relación a un hecho mariano, trasladó a Dharamsala (India) la imagen de la Virgen María de Luján, llevando así la presencia de la Patrona de la Argentina a aquél país, un subcontinente en el gran continente asiático. El acontecimiento tuvo lugar con la presencia del vicario general, Mons. Ariel Pérez, enviado por el Sr. Obispo Mons. Oscar Sarlinga a tales efectos, junto con el Pbro. Néstor Villa, Pbro. Fernando Crevatin, Pbro. Giovanni Guarino, Pbro. Vitto, Diácono Oscar Cabrera y mas sacerdotes, diáconos y seminaristas, junto con fieles representantes de las naciones panameña, brasileña (especialmente representada por jóvenes de la Comunidad del Cenáculo), paraguaya y filipina, esta última con el insigne acompañamiento de la Vice cónsul de dicha República, Sra. Ria Gorospe, El Obispo Mons. Oscar Sarlinga envió a la comitiva el texto de la alocución de S.S. Pablo VI, con ocasión del IV centenario de la evangelización de las Filipinas, gesta de la Iglesia en España. La oración del rosario se efectuó en distintas lenguas, en la Cripta de la Basílica, habiéndose puesto énfasis en la plegaria por la paz en Tierra Santa. Se comenzó y finalizó dicho rosario en la llamada "Capilla sueca", y se incluyó el rezo ante la sagrada imagen de la Virgen de la Antigua (advocación de Panamá), así como de Nuestra Señora de Aparecida (advocación del Brasil), de Nuestra Señora de Caacupé (Paraguay) y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Filipinas). Al finalizar el rosario, en una colmada capilla argentina se celebró la Santa Misa presidida por Mons. Ariel Pérez, quien hizo referencia a la universalidad de la Iglesia representada en las naciones que participaron de la V peregrinación de piedad ecuménica y la necesidad de orar por la unión y la paz entre los países. Al finalizar la celebración, el Pbro. Néstor Villa agradeció la presencia de las distintas instituciones, sacerdotes, diáconos, seminaristas y fieles en general que se hicieron presentes para orar por la unión entre cristianos en todo el mundo, y para que crezca el diálogo intercultural en la búsqueda de la verdad, y la paz entre las distintas religiones. Historia de los grupos de "piedad ecuménica" en la diócesis de Zárate-Campana El Papa Benedicto XVI se había referido en algunas circunstancias a los grupos de oración dentro de la Iglesia Católica, para que oraran por el ecumenismo y el diálogo religioso. En cuanto grupos "de piedad ecuménica", los mismos fueron madurando en la mente y corazón de nuestro Obispo y efectivamente brotaron del consejo brindado por Monseñor Dr. Oscar Sarlinga, Obispo de Zárate-Campana, en el seno de la Asamblea Ordinaria de 2009, la cual visitara con el fin de orientar y encauzar el rumbo de la Asociación de Amigos de Santa Brígida de Suecia, asociación privada de fieles, luego de diversas dificultades las cuales detenían su crecimiento. Así, brotó del obispo, la concepción de orantes, particularmente o en grupo, con lazos jurídicos débiles, pero con un esquema de oración a semejanza que el Apostolado de la Oración que les conferirá una íntima y eficaz comunión espiritual. Solo debían comprometerse a rezar diariamente la oración propuesta cuyo texto contiene – como puede advertirse en anexo- todos los elementos de la UNIDAD. Exhortarlos también a participar anualmente de la fiesta de Santa Brígida de Suecia( Patrona del ecumenismo espiritual y del diálogo interreligioso en esta diócesis junto a la beata M.I.Hesselblad), y de la Peregrinación de Piedad Ecuménica a la Basílica de Luján el lunes previo a la Natividad del Señor. Su dependencia es directamente con el obispo a través de la delegación diocesana de ecumenismo y diálogo interreligioso. Un coordinador o celador relevará los datos de cada promitente y se lo comunicará al responsable diocesano. Así fueron brotando los centros Santa Catalina de Vadstena (Pilar Centro), Nuestra Señora de Lourdes (Maquinista Savio-Barrio Santa Brígida), San Ricardo Reynolds (Campana), Santiago Apóstol (Baradero). Habida cuenta de la escasez, casi ausencia de iglesias y comuniones eclesiales históricas, este medio promueve el amor y el deseo por la unidad de los cristianos según el mismo mandato del Señor Jesús, y despierta la inquietud del diálogo judeocristiano e interreligioso y la concordia en toda la familia humana. La ductilidad de los centros y el texto de la oración propuesta, la hacen adecuada para cualquier diócesis. Puede variarse la cura pastoral de quien los modere, obviamente el nombre del señor obispo en caso que se difunda por otras iglesias locales, etc. Por ello presentamos esta realización como subsidio para promover la base de todo apostolado, inclusive el ecuménico, que es la oración. ORACIONES DIARIAS Señor Jesús, que nos diste el mandato de la UNIDAD cuando instituiste la Eucaristía, el Sacerdocio y el amarnos como Tu nos amaste, te pedimos por la UNIDAD de tu ESPOSA la IGLESIA nacida de tu Corazón abierto en el madero de la cruz. Te pedimos en primer lugar por el Santo Padre, vínculo de UNIDAD y de CARIDAD al servicio de toda la Iglesia y Pastor Universal, por el Episcopado, por nuestro obispo…..y la santidad de todos los pastores, consagrados y de la familia cristiana. Te pedimos por la unión de todos los que nos llamamos cristianos y somos tuyos por los méritos de tu Pasión , la Fe y el Bautismo. Te pedimos poder ser instrumentos dóciles en tus manos y te ofrecemos nuestra nada para que la llenes de Tu Presencia y por el Soplo del Espíritu Vivificante seamos agentes de reconciliación. Te pedimos también por el Pueblo de la Primera Alianza el Pueblo de Israel, hermanos mayores en la Fe de los Padres, como también por los hijos de Ismael, y por cuantos creen en Ti. Que nuestra obediencia a los designios de Tu Corazón nos disponga al diálogo fecundo, y que el Santo Espíritu sople sobre toda la familia humana, sobre los que creen y los que dicen no creer, y por quienes reniegan de Ti, en frutos de concordia y de paz. Te lo pedimos Trinidad Consustancial e Indivisible, Padre, Hijo y Espíritu Santo por los méritos infinitos de la Pasión de Jesucristo, las súplicas de la Bienaventurada Siempre Virgen María, de Santa Brígida de Suecia, la beata madre María Isabel Hesselblad y de todos los ángeles y santos. Que seamos uno (UT UNUM SINT) para gloria tuya y para que el mundo crea. AMEN. Estas oraciones, con las debidas licencias del Obispado de Zárate- Campana, son rezadas diariamente por los y los devotos de la santa y su carisma. A las intenciones en ellas señaladas, y en unión de espíritu con todos los monasterios y casas de la Orden del Ssmo. Salvador en sus tres ramas, de los institutos religiosos y cofradías que se proponen el ecumenismo espiritual y según el carisma de la santa, y por el renacimiento de los monjes de la orden. Se añade el recitado del Padre Nuestro, Ave María, Credo Apostólico y Salve Regina. Concluyendo con el recitado del y la oración del Libro de las Celestiales Revelaciones de confianza en la Providencia Divina.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Veneración a la Madonna del Pozzo y el acuciante tema de la depresión

éste artículo ha sido tomado de: http://www.elperiodicodemexico.com/
 

LOS CARDALES. (ZENIT.org).- El obispo de la diócesis argentina de Zárate Campana, monseñor Óscar Sarlinga, entronizó un icono de Nuestra Señora del Pozo, patrona de las personas que sufren depresión, este sábado en la parroquia Sagrada Familia de la localidad de Los Cardales (Buenos Aires).
“La esencia del sufrimiento consiste en cierta desintegración del ser, incluyendo el pasado, el futuro, el sentido de la vida de alguien, sus intenciones y proyectos, sus ideas de fuerza y sus creencias”.
Se trata de la segunda imagen de Nuestra Señora del Pozo entronizada, después de que el obispo Salinga entronizara otra en la parroquia Santa Rosa de Lima de la localidad de Pilar en el año 2007, informó a ZENIT el obispado argentino.
Monseñor Sarlinga fue también quien, en 2006, la nombró patrona de los que sufren depresión o estados de angustia.
Esta advocación data del año 1256. La imagen original de Nuestra Señora del Pozo, pintada sobre una baldosa de piedra, se encuentra en la iglesia de Santa María in Via, en Roma.
En el siglo XIII, esa imagen fue lanzada a las aguas de un aljibe de la casa de un cardenal en Roma, pero milagrosamente quedó flotando como cerniéndose por encima de las aguas.
Un miembro del personal de servicio de la casa había arrojado la pesada piedra al agua, quizá por despecho, enojo u odio.
El pueblo romano y el mismo papa consideraron que la Virgen quería manifestar que pese al hundimiento de quienes nos odian, o no nos conocen, o están heridos y por eso nos hieren, siempre podemos resurgir y levantarnos, incluso contra las leyes de la naturaleza física y del psiquismo.
El papa Honorio honró a la imagen en 1256 llevándola en procesión por la ciudad de Roma.
Ahora, esta Virgen sugiere a numerosos fieles la posibilidad de volver a levantarse, resurgir, desde las profundidades del ahogo, de la tristeza y de la sin-salida.

Alegría cristiana

El obispo Sarlinga reconoce la “necesidad pastoral de afrontar con fe y esperanza el panorama de angustia y depresión en que viven no pocos hermanos y hermanas nuestros”.
En una carta que dirigió en 2007 a las personas que sufren depresión, angustia y situaciones de grave necesidad, recordó que “la alegría cristiana, en cambio, proviene de la esperanza que no defrauda, ese «ya pero todavía no» que es anticipación de la Gloria del Cielo”.
Reconoció que “la esencia del sufrimiento consiste en cierta desintegración del ser, incluyendo el pasado, el futuro, el sentido de la vida de alguien, sus intenciones y proyectos, sus ideas de fuerza y sus creencias”.
Y precisó que “en la depresión como estado pato-lógico se pierde la alegría y satisfacción de vivir, la capacidad de actuar y obrar, y la esperanza de recobrar el bienestar, cayendo en un sombrío ánimo”.
Según el prelado, “la depresión es un mal particularmente complejo y presente en nuestra época contemporánea, caracterizada –como ninguna otra época- por el avance de los conocimientos científicos y del dominio del hombre sobre el planeta, pero también signada por el abandono, la soledad, la incertidumbre y las mil y una posibilidades de frustración, tantas veces originadas en el sinsentido de la vida, esto es, en que la vida humana aparece para muchos desprovista de sentido, o bien en factores externos, como graves injusticias infligidas, injusta miseria, desengaños, calumnias, estafas, trágica pérdida de seres queridos, pérdida de fe y esperanza por escándalo o pereza o malevolencia de quienes debían ayudar”.
Respecto a las personas que cuidan a una persona deprimida sin una tarea terapéutica específica, por ejemplo quienes atienden a nivel pastoral a quienes más sufren, indicó que su función “consiste sobre todo en ayudarle a recuperar la estima de sí misma, la confianza en sus capacidades, el interés por el futuro y el deseo de vivir”.
También animó a asumir el sufrimiento como forma de participación en la Pasión de Cristo, así como a orar y a participar en los Sacramentos.

“Una recuperación espiritual será de invalorable ayuda para quien sufre angustia, depresión y estados de urgente necesidad -aseguró-, porque lo ayudará a amarse más, a valorarse más, y a recobrar el sentido de la justa lucha, de la esperanza y de la salida a la oscuridad de la desesperación”.

Primer visita de un Papa (Pablo VI) al Santuario de Fátima

jueves, 6 de diciembre de 2012

La medalla milagrosa: Fiesta en Belén de Escobar.

El obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, presidió la misa en honor de la Medalla Milagrosa concelebrada por los padres José Luis De Fina, Hugo Sosa y Bruno Tonelli, lazaristas, y los presbíteros Albino Cabral y Agustín Arévalo, en el templo con esa advocación que la Congregación de la Misión tiene en la ciudad bonaerense de Belén de Escobar.
La iglesia levantada en los años ’70 junto al colegio San Vicente de Paúl esta colmada de fieles, entre ellos muchas familias y niños.
Los días previos a las fiestas patronales los religiosos lazaristas, presentes hace muchos años en la diócesis, invitaron a la comunidad a los solemnes cultos y a rezar la novena.
Monseñor Sarlinga recordó que el Adviento significa “advenimiento o llegada de Jesucristo a nuestras vidas, en un tiempo litúrgico que expresa la gracia viviente que el Espíritu Santo confiere” y explicó el sentido de “estar prevenidos” que proponía el evangelio del día.
Luego expresó su pesar por la ausencia del padre Rafael Carli, quien murió el viernes 24 de noviembre de 2011, justo antes de las celebraciones de la Medalla Milagrosa, pero a la vez mencionó que, ante la partida de un sacerdote tan querido, destacó que en sus visitas posteriores a la comunidad parroquial “no vio en el rostro de ningún fiel amargura o desolación, sino esperanza, alegría y fe en la vida eterna”.
Tras señalar que el padre Carli murió mientras rezaba el rosario, lo definió como un sacerdote al que, con espíritu de fe, “podríamos decir, creía cordial y profundamente en Cristo y la Iglesia, pues no hay Iglesia sin Cristo y tampoco hay Cristo sin Iglesia, que es su Cuerpo Místico y su Pueblo en camino a la Pascua Eterna, y esto con la devoción que lo distinguía a la Santísima Virgen, que es Madre de Dios y Madre de la Iglesia”.
Luego de hacer una serie de consideraciones sobre los frutos de la vida espiritual, a raíz de la imitación de Cristo, y de hablar de la presencia del Espíritu Santo en las familias y en comunidades, instó a poner en el Adviento todo el ser para derribar barreras de enemistad, para perdonar, para dejarse hacer creaturas nuevas en el Señor.
El prelado se refirió, además, a lo esencial del mensaje que la Virgen transmitió a Santa Catalina Labouré, al que consideró “bastante poco conocido y poco leído”, y mencionó que de los cinco puntos principales que podrían resumirse, cuatro se han cumplido y uno no se ha manifestado con tanta evidencia todavía, al menos en plenitud.
Aseguró también que la oración, el ofrecimiento, la penitencia, la conversión, la alegría testimoniada, el amor ferviente a Jesús, pueden iluminar la vida y la historia de los seres humanos, venciendo la oscuridad que tantas veces se cierne, cambiando incluso el curso de la historia si de verdad existe una conversión a Dios.
Monseñor Sarlinga sostuvo que la Virgen transmite esa necesidad de acercarnos al Señor y a su amor, pues Ella es “esposa del Espíritu Santo, la creatura más excelsa donde el Espíritu mora con mayor plenitud, así como también toda la palabra de María, que significa toda su profecía, que se ve como concentrada en el Magnificat, y esta palabra es para nuestra salvación, y que en este sentido los cristianos tenemos que ponernos más a disposición para ser ‘luz y sal’ para el mundo, a comenzar por la fe, la esperanza y la caridad, y esta última también en su dimensión social de la solidaridad, la realización del evangelio del amor”.